La Cámara Penal de Morón ordenó la detención del cura Julio César Grassi, condenado por pedofilia en 2009, pero todavía seguirá libre. La decisión se dictó por haber infringido las condiciones de su libertad condicional.

Sin embargo, la detención no sería inminente: si bien el tribunal lo dispuso, la defensa tiene posibilidades de apelar y recién el arresto se haría efectivo cuando la decisión quede firme.

En 2009 fue condenado por solo dos de los 17 cargos que pesaban en su contra y recibió una sentencia a pasar 15 años tras las rejas. Sin embargo, tampoco quedó detenido: Grassi sigue en libertad porque el caso todavía no quedó firme y es ahora la Suprema Corte de Justicia bonaerense la que está analizando si confirma esa resolución.

El año pasado, el tribunal que lo condenó dispuso la prisión domiciliaria de Grassi por haber violado las condiciones de su libertad, pero la Cámara de Morón anuló esa resolución por temas procesales y lo excarceló.

Por Continental, el doctor Juan Pablo Gallego, uno de los abogados querellantes, criticó las peculiaridades de la medida judicial. En Magdalena Tempranísimo, acotó con sarcasmo que “es el primer caso donde un juez ordena prisión y el acusado sigue en libertad”.

No obstante, destacó que, “con este fallo queda demostrado que, además de pedófilo, Grassi infringió la ley durante su condena”.