Marcos Di Palma admitió su imprudencia y reconoció que aceleró su auto por encima del límite permitido en la Panamericana, tal como publicó en su Twitter Matías Alé, pero desmintió tajantemente que haya superado los doscientos kilómetros por hora.

“Después de que Matías Alé salió a desmentirlo, estoy más tranquilo. Tengo un boliche bailable en Arrecifes y lo llevé a Matías Alé. Me pide que acelere el auto y yo no viajo a ciento treinta, pero tampoco a doscientos”, matizó el corredor.

“Él puso en el Twitter que veníamos a 285 con los ojos cerrados”, aceptó, pero recalcó que se trató de una broma que tomaron en sentido literal.

“Yo no ando a esa velocidad. Aceleré a 196 por treinta segundos. Soy padre de tres hijos. Me dio bronca que se agarren de eso”, señaló.

“Todo Clarín y Olé miente. Mienten porque tienen el culo envaselinado y tienen miedo de que le entre el miembro”, bromeó con su particular estilo.

“El auto que tengo es prestado. Yo tengo una Grand Cherokee que está en el taller”, aclaró el hijo del gran Luis Rubén Di Palma.