Durante la reconstrucción en la casa donde ocurrió el cuádruple crimen de La Plata en 2011, los funcionarios judiciales que estuvieron en ese lugar hallaron un diente que deberá someterse a un análisis de ADN, situación que ocurre mientras se juzga a los dos sospechosos de asesinar a tres mujeres y una nena en esa ciudad bonaerense.

El nuevo elemento fue encontrado por el juez Santiago Paolini en un rincón del living, según cita el diario platense El Día, e inmediatamente preservó la prueba para someterla a un análisis de ADN. El Tribunal, que lleva adelante el juicio contra Javier "La Hiena" Quiroga y Osvaldo "Karateca" Martínez, realizó la inspección ocular en esa vivienda, que estaba deshabitada desde el día del crimen.

El proceso lo siguieron los jueces Adrián Domenech, Andrés Vitali y Paolini quienes encabezaron las diligencias acompañados por los abogados de ambas partes y familiares de las víctimas, indica la agencia Télam. Se efectuó la reconstrucción de lo que sucedió en la vereda, donde el remisero Marcelo Tagliaferro reiteró que vio a Martínez por medio del espejo retrovisor del auto, luego de que una de las víctimas, Marisol Pereyra, bajara de su auto en la puerta de la casa.

"Me voy sumamente satisfecho con la reconstrucción en la vereda, y con la inspección ocular en la vivienda, porque va a aclarar a los jueces todas las circunstancias del hecho", dijo a Télam, el abogado Julio Beley, defensor de Osvaldo Martínez.

"Quedó demostrado que es muy difícil que el remisero Tagliaferro haya podido ver algo, ya que primero dijo que estaba enviando un mensaje de texto, y que Martínez se acercó y que después lo vio por el espejo retrovisor, pienso que de acuerdo a la poca luz, el árbol que estaba al lado, no pudo haber visto nada", remarcó Beley.

Por su parte, Osvaldo Martínez dijo a Télam que en la reconstrucción de lo sucedido en la vereda "quedó mas que claro la mentira de Tagliaferro, ya que por la oscuridad que había en la noche, no pudo haber visto a nadie, y menos a través de un espejo retrovisor, y menos a una persona que uno no conoce".

Por su parte, Fernando Burlando, el abogado que representa a la familia de Marisol Pereyra, dijo a Télam que "es llamativo que en la casa no se haya encontrado el ADN de Martínez (novio de Bárbara Santos) y eso es realmente sospechoso". "Martínez era una persona que concurría al lugar, pernoctaba en la vivienda, y eso a nosotros nos llama la atención", remarcó.

El 27 de noviembre de 2011, en el departamento 5 de la calle 28, número 467, fueron encontradas asesinadas a golpes y cuchilladas, Susana de Bárttole (63); su hija, Bárbara Santos (29); su nieta, Micaela Galle Santos (11), y Marisol Pereyra (35), una amiga que circunstancialmente llegó a la vivienda.