Denunciaron la desaparición de un testigo que tenía que presentarse a declarar este jueves por el asesinato de Mariano Ferreyra a manos de una patota ferroviaria.

Alfonso Severo es trabajador ferroviario y perdió contacto con su familia desde anoche, cuando iba a visitar a su nieto en Sarandí, pero nunca llegó.
Transitaba en un Clío cinco puertas color negro que aún no fue hallado, y su celular no responde desde anoche.

El hijo del hombre buscado, Gastón Severo, señaló que su padre “recibía amenazas de muerte”, y no descarta “que haya sido secuestrado. Estaba contento por poder declarar todo lo que sabía”, enfatizó y, por ello, descartó que pueda haberse ido “por propia voluntad”.