El fiscal de Morón Alejandro Varela solicitó la “inmediata detención” del sacerdote Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso sexual agravado y corrupción de menores de edad, y fundamentó el pedido en un posible “peligro de fuga”.

En medio de la polémica que generó el miércoles un fallo de la Corte bonaerense que ratificó su condena y la decisión de este jueves de la cámara que avaló la revocatoria de su prisión domiciliaria, Grasi se mostró hoy ante las cámaras de televisión cuando salió hasta el portón de ingreso en la quinta donde reside en la localidad bonaerense de Hurlingham.

Grassi, vestido con traje azul y usando el clerigman blanco que lo distingue como sacerdote, saludó con la mano en alto a los seguidores que lo apoyan por su labor solidaria y despidió a un familiar que lo visitó en automóvil en ese predio.

En tanto, abogados vinculados a la causa confirmaron que el lunes próximo, a las 13, se realizará una audiencia en los tribunales de Morón respecto de la causa sobre la violación de su prisión domiciliaria.

La solicitud fue presentada por Varela ante el Tribunal Oral Criminal 1 de Morón, juzgado que condenó a Grassi en 2009, mientras que Sergio Piris, abogado de una de las víctimas, realizó otro pedido similar ante el mismo tribunal.

“La Corte no ordenó la detención de Grassi, sino que lo encontró culpable”, aclaró en Entre Líneas el funcionario judicial.

“La Cámara de Casación fue quien aseguró que debía ir a prisión. Hace dos años, Grassi se refirió a uno de los menores públicamente y tenía prohibido hacerlo por lo que la cámara ordenó la detención que no iba a hacerse efectiva hasta que no quedara firme la resolución inicial. Contra esa resolución, hubo un recurso de la defensa pero la Casación advirtió que debía actuar la Cámara Penal”, dijo Varela, al detallar los pasos por los que Grassi hoy no está tras las rejas, aunque tiene una condena firme.

“El tribunal tratará la detención el próximo lunes”, subrayó el fiscal.

“Hay gente que por delitos menores está detenida o llega presa a juicios”, reconoció, en relación a la actual libertad del sacerdote.

“Hubo una ingeniería obstructiva defensista y recusó a todos los jueces del provincia, con lo que, si se hacía el juicio, no había juez para dictar condena”, subrayó.

“Que sirva de mensaje para otros que tener plata y vinculaciones con el poder no los vuelve impunes”, señaló.

Varela considera que Grassi “posee los medios suficientes para fugarse”.