Mauricio Macri insistió en acusar al kirchnerismo por la confirmación del procesamiento en su contra en la causa por escuchas ilegales.

El jefe de Gobierno porteño reiteró que es una “víctima” de “mecanismos extorsivos y violentos” y acusó a la Cámara Federal ser “cómplice” de esa situación. “Los tres camaristas que ratificaron tomaron esta decisión se hacen cómplices de este accionar”, afirmó. 

En este sentido, arguyó que los camaristas Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero incluyeron "15 mentiras" en el fallo en el que ratificaron su procesamiento.

Para el ingeniero, en el país está vigente “un estado policial”.

Macri aseveró que le reclamará a la Justicia que “cuanto antes, en breves semanas [sic]” se llegue al “juicio oral”, para discutir allí las acusaciones con el objetivo de que “quede en evidencia que no existe nada, salvo una maniobra política”.

Además, desestimó pedir licencia en su cargo.

Por otra parte, se manifestó “dolido” por las declaraciones de su padre acerca del tema.

“Es un tema que tengo que confesar que me ha dolido. Por respeto a mis hijos, lo que tenga que decirle a mi padre se lo voy a decir personalmente”, anticipó.

El empresario Franco Macri dijo que ponía “las manos en el fuego” en su creencia de que el Gobierno nacional no tiene nada que ver en la causa, aunque también aclaró que, a su juicio, su hijo tampoco tiene relación con los hechos por los que se lo procesó.