La Policía española tenía la información suficiente sobre el cargamento de cocaína que iba a llegar al aeropuerto de Barcelona y que derivó finalmente en la detención de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá y de Matías Miret, tres argentinos hijos de brigadieres.

Así lo aseguró el vicepresidente y ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien remarcó que la fuerza de seguridad de ese país aguardaba el arribo de la aeronave para proceder al operativo.

"Conozco la operación porque evidentemente es muy importante y me informó la Policía que se iba a hacer", aseguró Rubalcaba en una conferencia de prensa. Sin embargo, el funcionario español evitó dar más detalles sobre la causa al remarcar que es "secreta".

Los hermanos Juliá y Miret fueron detenidos el pasado 2 de enero en el aeropuerto El Prat de Barcelona, cuando se detectó que en el cargamento del avión de la empresa Medical Jet que pilotaban había 944 kilos de cocaína.

Las informaciones señalan que, en principio, la aeronave salió del aeropuerto internacional de Ezeiza rumbo a Barcelona, pero con una escala en Cabo Verde, aunque se estima que la droga habría sido cargada en Buenos Aires -podría ser en Ezeiza mismo, en Morón o en El Palomar-.

Los tres argentinos están detenidos en una cárcel de Barcelona, mientras que en Argentina la Justicia realizó distintos allanamientos en las viviendas y oficinas de los apresados.