La justicia de Río Negro intenta determinar si se trató de un caso de gatillo fácil lo ocurrido en Bariloche.

Recordemos que un chico de quince años identificado como Diego Bonefoi murió tras forcejear con un policía que lo acusaba de un robo.

Vecinos indignados atacaron una comisaría y saquearon un supermercado.

Un efectivo permanece detenido a la espera de los resultados de las pericias que definan si fue un hecho accidental o no.

El Gobierno podría enviar Gendarmería a esa ciudad ante la tensión que generaron los incidentes y la extrema hostilidad de la población hacia los uniformes policiales que generó el hecho.

Mientras tanto, también se investiga si otro joven de veintinueve años, fallecido horas después a raíz de un disparo en la cabeza, tiene relación con estos hechos.

La Policía negó que esta segunda víctima tenga vinculación con los hechos de violencia y atribuyó su muerte a un posible ajuste de cuentas.
Cabe agregar que, durante los disturbios ocurridos frente a la seccional, otras varias personas resultaron con heridas de consideración.

En Antes Que Mañana, el comisario Argentino Hermosa, jefe de la Regional de Policía, no descartó que “la situación pueda repetirse” y acusó al menor muerto de estar “armado”.

Entretanto, confirmaron que son tres los muertos durante los disturbios.

También por Continental, una vecina del adolescente fallecido por balas policiales, Yanina Nicolás, afirmó que “los agentes repelieron a la gente con balas de plomo”.

En Magdalena Tempranísimo, adelantó que los ciudadanos de Bariloche volverán a movilizarse hoy en repudio al accionar de la Policía.

“Estábamos viendo el Mundial cuando escuchamos disparos. Cuando bajamos, nos dimos cuenta de que era la Policía disparando a los familiares (del joven muerto). Hay catorce heridos con perdigones. Oficialmente son dos muertos hasta ahora. Son chicos que salían de la escuela”, informó.

En tanto, Cristian, hermano del adolescente fallecido, denunció que fueron tres los balazos que le provocaron la muerte.

“Le dispararon en la cabeza, en el pecho y en la pierna. Hasta las siete de la mañana lo dejaron ahí tirado. Mi papá está internado porque le pegaron en el ojo. En mi casa rompieron todo”, reseñó.

Por su parte, Yanina Nicolás afirmó que los vecinos no quieren “que venga Gendarmería acá. Hoy vamos a hacer una marcha al Centro Cívico. El intendente y la Policía no pararon lo que pasó acá”.