El hecho sucedió pasadas las 22, cuando el policía arribaba a su casa, ubicada en Martín Coronado al 700, en el partido de Isidro Casanova, al oeste del conurbano bonaerense y fue sorprendido por un grupo de delincuentes con fines de robo.

El efectivo intentó evitar el asalto de su camioneta, una Chevrolet Aveo, y cuando se identificó ante los tres ladrones recibió varios disparos.

Como consecuencia de las graves heridas, el agente -identificado como Roberto Di Paulo- fue derivado de urgencia al Hospital Paroissien donde falleció minutos después.

Se trata del segundo policía muerto en un mismo día y el cuarto en lo que va del año. Por la mañana, un oficial de la Bonaerense, padre de tres chicos, fue asesinado a balazos al tirotearse con dos ladrones que intentaron asaltar una estación de servicio en la zona oeste del partido de Quilmes.

La víctima fue identificada como el teniente primero Marcelo Fernando Vicaria, de 40 años, integrante del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de Quilmes, que había ingresado a la fuerza en junio de 1993.

Vicaria tenía tres hijos, entre ellos mellizos, y será sepultado con honores de caído en acto de servicio. De acuerdo el informe de los peritos, el oficial fue asesinado de dos balazos: uno en la cabeza y otro en el abdomen.

El hecho se registró alrededor de las 5.30 cuando dos ladrones llegaron a la estación de servicio Shell ubicada en el cruce de la avenida Calchaquí y Craviotto, frente al Hipermercado Jumbo, al sur del Conurbano, donde el policía cubría servicio de Polad (Policía Adicional).

Cuando el policía intentó identificar a los delincuentes, que se movilizaban en un auto Chevrolet Corsa plateado, fue atacado a balazos. Allí se originó un breve tiroteo en el que Vicaria resultó gravemente herido y, aparentemente, también uno de los ladrones, que escaparon. El oficial murió cuando era trasladado al Hospital El Cruce de Florencio Varela.