En el pedido de detención formulado este lunes, el fiscal Alvaro Garganta entendió que el imputado Osvaldo Emir Martínez (27) "por cuestiones vinculadas con desavenencias de pareja mató a Bárbara Santos (29) y con el fin de lograr su impunidad, hizo lo propio con Marisol Pereyra (30), Susana de Bártole (63) y Micaela Yamila Galle Santos (11)".

Si bien todavía no está el resultado definitivo de las autopsias, Garganta afirmó, en el escrito al que accedió Télam, que asesinó a las cuatro mujeres “mediante la aplicación de golpes y el empleo de arma blanca”.

En el escrito, que fue avalado por el juez de Garantías Guillermo Atencio, también hizo referencia a la prueba reunida hasta el momento en la causa.

Mencionó a testigos que observaron el auto del imputado, un Fiat Uno blanco, estacionado en horas de la madrugada en el domicilio de las víctimas y a un vecino que lo vio entre las 2 y 3 de la mañana ingresar violentamente con el vehículo a la casa en la que vive en la localidad de Melchor Romero.

Según el fiscal, ese vecino declaró que Martínez “abrió violentamente el portón de chapa, ingresó a la casa, cerró y apagó todo” y remarcó que “nunca (Martínez) abre el portón de ese modo violento, por lo que pensó que había chocado”.

Garganta sostuvo además que el imputado presenta “dos escoriaciones en el antebrazo izquierdo compatibles con signos de pelea” y que su condición de karateca “le permitió ejercer una situación de dominación sobre las víctimas”.

También acompañó la declaración de un remisero que llevó hasta la casa de Bárbara Santos a su amiga, Marisol Pereyra, y que también observó el Fiat Uno detenido en la puerta del domicilio y que “un hombre que estaba en la casa le dijo que Bárbara se estaba bañando y que se fuera”.

Según una fuente judicial, los investigadores creen que Martínez abrió la puerta del departamento a Marisol Pereyra y que luego la hizo pasar al interior de la vivienda para asesinarla.