Once policías entrerrianos fueron imputados por vejámenes hacia dos hermanos en la seccional 12 de la ciudad de Paraná, en un hecho que tuvo lugar a mediados de 2009.

La denuncia la realizaron ante la justicia dos hermanos quienes fueron detenidos por un presunto hecho delictivo en la comisaría de Paraná.

El hecho tuvo lugar el 29 de agosto de 2009, cuando dos policías a bordo de una motocicleta particular habrían sido atacados por dos personas a balazos desde una camioneta, lo que derivó en una persecución.

En la fuga, las dos personas abandonaron la camioneta y emprendieron carrera a pie pero finalmente fueron detenidas.

Los dos hermanos, tras quedar detenidos, se presentaron a declarar ante la fiscalía con indicios de haber recibido golpes y acusaron a una docena de policías de esa seccional. También aseguraron que recibieron golpes, tuvieron sogas ceñidas a la altura del cuello y quemaduras de cigarrillos.