Gerardo Abboud vivió 14 años en la India y allí conoció al Dalai Lama.

En el año 1992, cuando el Dalai Lama vino a la Argentina por primera vez, Abboud se convirtió oficialmente en el traductor.

“Cuando me convocaron para traducir el mensaje al líder religioso, yo tenía cierta aprehensión por la responsabilidad que implica. El habla muy rápido. Pero con el paso del tiempo, comencé a entenderlo más y lo que hago cuando lo traduzco es ir organizando en mi cabeza sus dichos como si fuera por capítulos”, destacó.