Ezequiel Fernández Moores, periodista deportivo de La Nación y autor del célebre libro "Díganme Ringo", rememoró por Continental la mítica pelea entre Bonavena y Muhammad Alí, fallecido a los 74 años en los últimos días tras luchar durante tres décadas contra el Parkinson que padecía. "La de Ringo era la segunda pelea tras la suspensión por negarse a combatir en Vietnam. 'A mí el Vietcong no me dice nigger ni me maltrata como en Estados Unidos,' decía Alí en ese momento. En ese momento Alí era despreciado y odiado por la mitad de Estados Unidos: ese día hubo amenazas de bomba de ex combatientes de Vietnam". 

En María O'Donnell Continental recordó que "La caída de Alí fue más un resbalón de él que un golpe de Ringo. A Alí le gustó la personalidad de Ringo, que era un admirador de Alí. Cuando lo suspenden en la Argentina por morderle una tetilla a un rival, Ringo se va a Estados Unidos y ve cómo se autopromocionaba Alí, y ahí lo copió con su estilo de Parque Patricios", reveló. Sobre el peso que tuvieron los golpes recibidos en el ring en los últimos años de su carrera deportiva, Fernández Moores refrescó que "El médico que tuvo Alí durante 15 años, Pacheco, dijo que en el 74 hubiera tenido que retirarse. Pacheco vio que estaba perdiendo la velocidad de piernas y a partir de ahí Alí dejó de bailar en el ring y empezó a aguantar los golpes en las cuerdas", sintetizó Fernández Moores.