Atajó de rojo, como empezó sus días de arquero en los campos de entrenamiento allá, en el predio de Wilde de Indpendiente de Avellaneda. Durante el partido no fue muy requerido, los neerlandeses llegaron dos veces y metieron dos goles en los que nada pudo hacer.

La Argentina pareció despertar en el segundo tiempo del suplementario, pero no alcanzó, y como contra Colombia en la Copa América, hubo que ir a los penales. Y ahí surgió, el coraje y la personalidad de Emiliano “Dibu” Martínez.

En los dos primeros penales ejecutados por Virgil van Dijk y Berghuis, el “Dibu” realizó dos atajadas extraordinarias en dos penales bien ejecutados y con suma violencia, que pudo interceptar de todos modos. Después, bastaba con convertir, y Lautaro Martínez fue el que cerró la serie y clasificó a la Selección, pero otra vez, el héroe, fue el “Dibu”, de Avellaneda.