Este martes, un satélite de propiedad iraní de alta resolución fue lanzado al espacio desde una base en Kazajstán a bordo de un cohete ruso, en medio de especulaciones sobre sus usos. El satélite de detección remota Khayyam, que Irán dijo que quiere usar para fines no militares, se lanzó con éxito, según imágenes transmitidas en vivo por la televisión estatal iraní.

A principios de este mes, The Washington Post citó a funcionarios de inteligencia occidentales anónimos que afirmaron que Rusia planea usar el satélite “durante meses o más” mientras que continúe la guerra en Ucrania. La afirmación fue rechazada por la Agencia Espacial Iraní (ISA), que la semana pasada declaró que tendrá control exclusivo sobre el satélite "desde el primer día" y también del Roscosmos de Rusia.

ISA dijo que las órdenes transmitidas al satélite y los datos recibidos serán encriptados y controlados por un equipo de ingenieros y científicos iraníes en Irán, y aseguraron que “ningún otro país tiene acceso a la información durante este proceso”.

Pero el Khayyam, llamado así por el erudito persa del siglo XI Omar Khayyam, puede alcanzar una resolución mucho más precisa de 1 metro y debe operar en la órbita de 500 km mientras pesa alrededor de 600 kilogramos.

La agencia también enfatizó que las imágenes de Khayyam se utilizarán para reforzar las "capacidades de gestión y planificación" en una variedad de industrias como la agricultura, los recursos naturales, el medio ambiente, los recursos hídricos, la minería, la gestión de desastres, además de monitoreo de fronteras.