Las féminas, habitualmente relegadas de los primeros planos en la política francesa, se adueñaron de la elección parisina, donde además de las dos principales candidatas se encuentra otra, Danielle Simonet, del partido de Izquierda, entre los seis aspirantes a la Alcaldía de la capital francesa.

La socialista Hidalgo (54 años) y la conservadora Kosciusko-Morizet (40) provienen de universos antagónicos, por origen social, carreras, proyectos y estilos.

Las notorias diferencias entre ambas llevaron al diario Libération a títular "El duelo entre la maratonista (Hidalgo) y la sprinter (Kosciusko-Morizet)".

Hidalgo, por ahora favorita y ex inspectora de Trabajo, es hija de exiliados republicanos españoles y militante desde hace 30 años en el Partido Socialista (PS).

Actualmente es vicealcalde de Bertrand Delanoe, quien gobierna París desde 2001, y que cortó con un cuarto de siglo de monopolio de la derecha en la capital gala.

Nacida en España, Hidalgo, que hace dos años ganó un proceso legal para lograr borrar de las redes sociales los rumores que afirmaban que tenía un hijo secreto con el ahora presidente Francois Hollande, se presenta como un ejemplo de integración a Francia y reivindica su origen andaluz.

Kosciusko-Morizet, por su parte, o NKM como la conocen los franceses, se graduó en la prestigiosa escuela Polytecnique, cuna de la elite diligencial francesa, y es continuadora de la tradición familiar, al ser la cuarta generación que se dedica a la política.

La joven candidata de la Union por una Mayoría Popular (UMP) buscó con su estilo informal y un arsenal de recursos comunicacionales catapultar su figura para imponerse dentro de la renovación del principal partido opositor en Francia.

NKM contó con el apoyo de su padrino político, el ex presidente Nicolas Sarkozy (2007-2012), de quien fue Ministra de Ecología y vocera durante su fallido intento de reelección en mayo de 2012.

La irrupción de Sarkozy en un acto de campaña en apoyo de Kosciusko-Morizet desató un vendaval mediático, pero Hidalgo -cuya campaña busca diferenciarse del impopular gobierno del socialista Hollande-, afianza su favoritismo en cada nueva encuesta.

"Votar a Hidalgo es votar a Hollande", lanzó recientemente NKM, que debió sortear una dura interna para confirmar su candidatura y pese al acuerdo de la UMP con los centristas del Movimiento Democrático (MoDem) y de la Union de Demócratas Independientes (UDI).

Pero a diferencia del plano nacional, donde el gobierno de Hollande erosiona el caudal electoral del PS, en la capital francesa el partido de la rosa apunta a revalidar su dominio.

A cinco semanas de la elección, una encuesta de intención de voto publicada ayer por el diario Le Parisien del instituto Ifop le otorga una leve ventaja a Hidalgo en primera vuelta, que se impondría por 39.5% contra el 36.5 de la candidata conservadora.

Detrás de las dos principales candidatas se ubicarían el ultraderechista Frente Nacional (FN) con el 8%, el Partido de Izquierda con el 6% y la alianza ecologista Europa Ecológica-Los Verdes (EELV), con el 5.5%.

No obstante, en la segunda vuelta prevista para el 30 de marzo, la actual vicealcalde obtendría una cómodo victoria, según Ifop, con el 54% de los sufragios frente al 46% de Kosciusko-Morizet, para convertirse si eso ocurre en la primera mujer en gobernar a los dos millones de parisinos.

En la campaña, que incluyó ásperos debates radiales y televisivos con más ataques personales que propuestas, las dos principales candidatas prometieron "revitalizar" a París.

En sus discursos, apuntaron hacia las principales preocupaciones de los parisinos: la inseguridad, el transporte público y los embotellamientos, los impuestos, el costo de vida, el acceso a la vivienda, la pobreza y la ecología.