El amor es un sentimiento de intensa atracción emocional y sexual hacia una persona con la que se desea compartir una vida o momento en común. Y más allá que algunas personas piensan que el sexo está sobrevalorado en una relación, para otros existen muchas razones por las que es fundamental.

Claro, está comprobado que la sexualidad forma parte de la salud integral y de la personalidad de todo ser humano. Es más, para nuestro pleno desarrollo físico y emocional, todos necesitamos la satisfacción de necesidades básicas como el deseo de contacto, de intimidad, de expresión emocional, de placer y de amor.

Todas estas teorías son aplicadas en un contexto conocido por todos los seres humanos. Sin embargo y a raíz de los nuevos horizontes que tiene el hombre, la tierra no es el único lugar donde el amor y el sexo son necesarios. Por eso, las agencias espaciales nacionales y las empresas privadas del sector, como la NASA y SpaceX, que tienen como objetivo colonizar Marte y enviar humanos al espacio para misiones a largo plazo, tienen que abordar las necesidades íntimas y sexuales de los astronautas o futuros habitantes fuera de la Tierra, explica BBC.

Una situación que debe cambiar si se espera establecer nuevos mundos y continuar nuestra expansión lejos de nuestro hogar. Habrá que aprender a reproducirnos de manera segura y a construir vidas íntimas placenteras en el espacio. Y para eso se necesita que estas organizaciones adopten una nueva perspectiva sobre la exploración espacial: una que considere a los humanos como seres con necesidades y deseos.

Por eso, investigadores que exploran la psicología de la sexualidad humana y estudian los aspectos psicosociales de los factores humanos en el espacio, creen que ya es hora de que los programas espaciales adopten una nueva disciplina: la sexología espacial, el estudio científico integral de la intimidad y la sexualidad extraterrestres.

Los análisis hacen que las organizaciones espaciales nacionales y privadas avancen con misiones a largo plazo a la Estación Espacial Internacional (ISS), la Luna y Marte sin ninguna investigación concreta y planes para abordar el erotismo humano en el espacio.

Una cosa es aterrizar naves no tripuladas en otro planeta o lanzar multimillonarios a la órbita, y otra es enviar humanos a vivir en el espacio durante largos períodos de tiempo. En la práctica, la ciencia espacial puede llevarnos al espacio exterior, pero serán las relaciones humanas las que determinen si sobrevivimos y prosperamos como civilización espacial.

En ese sentido, hay quienes creen que limitar la intimidad en el espacio podría poner en peligro la salud mental y sexual de los astronautas, junto con el desempeño de la tripulación y el éxito de la misión, dice BBC.