Una megaoperación policial se llevó a cabo en varias favelas de Rio de Janeiro, resultando en al menos siete muertes en enfrentamientos con presuntos delincuentes, según informaron las autoridades. El operativo, que comenzó en la madrugada, abarcó varias favelas en el norte de Rio, incluyendo los complejos da Maré, do Alemão y da Penha.

Durante la operación, siete delincuentes perdieron la vida en enfrentamientos con las fuerzas policiales, y se incautaron armas de fuego, radios y estupefacientes. Además, tres sospechosos resultaron heridos y dos fueron detenidos. Dos policías también resultaron heridos en los enfrentamientos.

La operación conjunta de las policías civil y militar de Rio tenía como objetivo capturar a miembros del Comando Vermelho, una de las principales organizaciones criminales de Brasil dedicada al narcotráfico. Las autoridades llevaron a cabo la megaoperación tras realizar investigaciones de inteligencia que indicaban actividad delictiva en la región, relacionada con el tráfico de drogas y robos de vehículos.

Las imágenes que circularon en redes sociales mostraban barricadas en llamas hechas con neumáticos y muebles. La operación provocó la suspensión de clases en numerosos centros educativos, afectando a miles de estudiantes.

Este tipo de operaciones policiales contra el crimen organizado son habituales en las favelas de Rio, donde se producen enfrentamientos armados entre la policía y los delincuentes, poniendo en riesgo a la población local. Expertos y organizaciones de derechos humanos critican este enfoque, argumentando su baja eficacia contra las bandas criminales.

El Comando Vermelho, cuyas operaciones se extienden a otros estados de Brasil, compite por el control de las rutas del narcotráfico con otras facciones criminales, como el Primer Comando de la Capital (PCC). En Río de Janeiro, el Comando Vermelho también enfrenta conflictos con las milicias, grupos paramilitares que han ganado terreno en algunos barrios de la ciudad.

El gobernador de Río, Cláudio Castro, defensor de una estrategia de mano dura contra el crimen, ha marcado como objetivo principal de su mandato desarticular las grandes facciones del crimen en la región, incluyendo la detención de líderes como 'Abelha', perteneciente al Comando Vermelho.