Algunos informes indican que, a pesar de las grandes pérdidas de combate durante diez meses de guerra brutal, Rusia tiene ahora más del doble del número de tropas preparadas para luchar en Ucrania que cuando invadió en febrero, incluidos miles de convictos liberados de prisión y reclutas de una controvertida campaña de movilización este otoño, dice The Washington Post.