Algunos informes indican que, a pesar de las grandes pérdidas de combate durante diez meses de guerra brutal, Rusia tiene ahora más del doble del número de tropas preparadas para luchar en Ucrania que cuando invadió en febrero, incluidos miles de convictos liberados de prisión y reclutas de una controvertida campaña de movilización este otoño, dice The Washington Post.

Según una nueva evaluación estadounidense, el grupo mercenario Wagner, que lucha junto a las tropas regulares rusas en Ucrania, reclutó en sus filas en los últimos meses a 40.000 presos de todo el país. Juntos, con 300.000 nuevos reclutas y 20.000 voluntarios, la fuerza rusa es ahora más del doble de los 150.000 inicialmente asignados a lo que el Presidente Vladimir Putin calificó de “operación militar especial”.

El aumento de las fuerzas rusas, incluso después de haber perdido más de 25.000 muertos en combate y decenas de miles de heridos, respalda la promesa reiterada de Putin de seguir adelante hasta alcanzar sus objetivos militares en Ucrania, aunque los expertos militares cuestionan ampliamente el nivel de preparación y moral de los nuevos reclutas.

Las nuevas cifras, expuestas por el portavoz de seguridad nacional de Estados Unidos, John Kirby, en una reunión informativa celebrada el último jueves, coinciden en general con las evaluaciones de grupos de defensa de los derechos humanos, entre ellos Rusia Tras las Rejas, que ha afirmado que el reclutamiento no oficial de reclusos rusos se llevó a cabo al margen de la “movilización parcial” ordenada por Putin a finales de septiembre.