En viaje por Costa Rica, a donde viajó para relatar la gira de la selección Argentina de fútbol, Víctor Hugo entrevistó de manera exclusiva a la presidenta de ese país, Laura Chinchilla.

Por Continental, la jefa de Estado destacó que los costarricenses han tenido "constantes relaciones con la Argentina, como cuando gente queridísima del arte venía huyendo de las dictaduras, y gracias a ello tuvimos teatro de gran calidad en su momento. Además, seguimos el fútbol argentino y yo tengo un hermano que vivió en la Argentina”.

“Yo diría que Costa Rica estaba preparada para tener una presidenta mujer. Más allá de las dificultades que hemos enfrentado y de que la gente tenga que acostumbrarse a un estilo diferente de hacer las cosas, tenemos un gran apoyo de la gente”, resaltó en La Mañana.

“No me propuse de manera muy expresa llegar a la presidencia, pero no llegó por casualidad: hice el paso a paso de la carrera política, estudié de muy joven Ciencias Políticas, me especialicé en Políticas Públicas, de manera que siento una gran pasión por los temas de la agenda pública y así se constituyó una carrera que finalmente me llevó a este honor”, sintetizó.  

Y subrayó que no fue “sino hasta dos o tres años antes de la elección a presidente que vi la posibilidad de alcanzar la primera magistratura como una posibilidad”.

“No es en balde que estemos llegando mujeres a responsabilidades importantes en Latinoamérica, justamente cuando se ha avanzado tanto en las democracias de nuestra región. Creo que es resultado de la lucha de las mujeres para fortalecer la democracia. Creo que hemos tenido una gran suerte, porque no solamente hemos podido incursionar en un área reservada tradicionalmente a los hombres, sino que lo hemos de hacer sin claudicar en nuestra esencia femenina. Me da la impresión de que la gente se siente cómoda con un lazo muy afectivo, más allá de cuán eficaces podamos ser”, ponderó.

“Costa Rica es un pueblo pacífico por convicción, está casi en nuestro ADN. Es gente de un gran talante, tolerante, que le gusta el diálogo, no le gustan las imposiciones ni las poses autoritarias, lo que hace que gobernar este país resulte relativamente sencillo. A veces, sin embargo, nos tomamos más tiempo del necesario para resolver las cosas. Pero, ante todo, hemos conformado la democracia más antigua de Latinoamérica”, describió.  

Para Chinchilla, “no tener fuerzas armadas ha sido definitorio en nuestra historia. Fuimos una de las primeras naciones que eliminaron la pena de muerte. Haber decidido hace sesenta años no tener fuerzas armadas no solamente nos libró de la carga financiera y pudimos destinar los recursos a desarrollo humano, que es uno de los índices más altos en ese sentido de Latinoamérica y del mundo, sino que logramos atravesar el período de dictaduras de nuestra región sin problemas en ese sentido", concluyó.