En Portugal, se lleva a cabo con una alta adhesión la huelga general contra el ajuste salvaje impuesto por el gobierno conservador. Se trata de la tercera huelga que convocan de manera conjunta los principales sindicatos del país, después de las realizadas en 1988 y en noviembre de 2010.

La protesta está acompañada de manifestaciones a lo largo de todo el país, y afecta a numerosos turistas, ya que sólo habrá vuelos a las islas de Azores y Madeira, en el Atlántico.

El paro afecta considerablemente a los medios de transporte públicos y paralizó por completo la recolección de basura y el reparto del correo.

Portugal, que recibió 78.000 millones de euros en un paquete de ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE), está obligado a reducir este año su déficit público del 9,8% (2010) al 5,9%, y llegar al 4,5% en 2012. Como consecuencia de este esfuerzo, las últimas estimaciones del gobierno son que la economía lusa se contraerá este año un 1,6% y un 3% en 2012.