Los principales partidos políticos de Grecia llegaron a un acuerdo para profundizar el ajuste que le exigen los acreedores externos y así obtener un segundo rescate que evite caer en la bancarrota.

“Hace un par de minutos recibí el llamado del primer ministro griego (Lucas Papadimos), quien me dijo que llegaron a un acuerdo”, dijo Mario Draghi, titular del Banco Central Europeo.

En este marco, que implica ciento cincuenta mil despidos y una reducción del 25 por ciento a las pensiones, jubilaciones y salario mínimo, los sindicatos convocaron a una huelga general para este viernes y sábado. La convocatoria fue hecha por el GSEE, que representa al sector privado, y el ADEDY, de los empleados públicos.

Por su parte, los comunistas exhortaron a la población a sublevarse contra las medidas previstas por el Gobierno, y otras agrupaciones de izquierda llamaron a manifestarse en las calles.

El martes, miles de personas participaron en una huelga general contra el nuevo programa de ajustes y se movilizaron masivamente en las principales ciudades del país, en una jornada con numerosos incidentes entre manifestantes y policías.

Casi el 30 por ciento de la población griega está ya bajo el umbral de la pobreza, tras tres años de recesión y con más de un 20 por ciento de desocupados.