En Paraguay, la Justicia imputó a 54 campesinos por los enfrentamientos en Curuguaty.

Los implicados tomaron un campo y luego se enfrentaron a tiros contra policías que intentaban desalojarlos. Todos quedaron detenidos, inclusive dos menores de edad.

Recordemos que diecisiete personas murieron durante el sangriento desalojo y afirman que aún hay cuarenta y seis desaparecidos.

Mientras la policía afirman que fueron emboscados cuando se disponían a efectivizar la orden judicial de desalojo, los campesinos aseguran que fue una autoemboscada policial para justificar la posterior represión.

En este contexto, el presidente Lugo no descartó que exista “una guerrilla campesina” actuando.