El gobierno cubano condenó hoy la destitución del presidente de Paraguay, Fernando Lugo, a la que consideró un "golpe de Estado" impulsado por "las oliarquías" y "con la autoría, complicidad o tolerancia del gobierno de EEUU".

La condena, contenida en una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores, difundida en el Noticiero Nacional de Televisión y reproducida por Prensa Latina, afirma que Cuba "no reconoce autoridad alguna que no emane del sufragio legítimo y el ejercicio de la soberanía por parte del pueblo paraguayo".

"Este golpe se suma a la larga lista de atentados contra la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos, siempre realizados por las oligarquías con la autoría, complicidad o tolerancia del gobierno de Estados Unidos", manifiesta el documento.

El texto añade: "Cuba denuncia que después de décadas de sangrientas dictaduras militares que asesinaron cientos de miles de personas, y ejercieron el terrorismo de Estado y la tortura con plena impunidad, esta estrategia violenta y antidemocrática ha sido retomada con métodos clásicos o nuevos".

La declaración recuerda "el golpe militar y luego petrolero contra Venezuela, el intento desestabilizador y secesionista contra el estado plurinacional de Bolivia, el golpe militar contra las fuerzas progresistas de Honduras y el intento de golpe contra la revolución ciudadana de Ecuador".

"Hechos como este pretenden frenar los procesos de cambio progresistas y de genuina integración latinoamericana y caribeña en Nuestra América", apunta.

El comunicado afirma que Cuba mantendrá la colaboración médica estrictamente humanitaria para el servicio a la población de ese país, por lo que el Centro Oftalmológico María Auxiliadora, en el que se han atendido 18 mil paraguayos, continuará sus labores mientras sea necesario.