El papa Francisco subrayó en su Ángelus de hoy que "fe y violencia son incompatibles" y que "Jesús es nuestra paz y reconciliación".

El pontífice argentino se dirigió a miles de fieles que rezaron su tradicional Ángelus dominical en la Plaza de San Pedro, bajo un sol ardiente, y volvió a hacer referencia a la cruda ola de violencia en la que está inmerso Egipto desde el miércoles pasado, y que ya dejó más de 800 muertos.

Antes del rezo, el Papa señaló que "el Evangelio no autoriza en absoluto el uso de la fuerza para defender la fe".

"Fe y violencia son incompatibles", remarcó en dos ocasiones Jorge Bergoglio durante su alocución y destacó que "la verdadera fuerza del cristiano es la fuerza de la verdad y del amor, que comporta renunciar a cualquier tipo de violencia".

Además, el Santo Padre explicó que "Jesús no quiere dividir a los hombres entre ellos, al contrario: Jesús es nuestra paz y reconciliación".

"Seguir a Jesús comporta renunciar al mal, al egoísmo, elegir el bien, la verdad, la justicia, aunque requiera sacrificio y renunciar a los propios intereses", agregó.

El Papa dijo además que "la fe no es una cosa decorativa, ornamental". "Vivir la fe no es decorar la vida con un poco de religión como si fuera una tarta que se decora con un poco de crema", señaló.

"La fe -subrayó- comporta elegir a Dios como criterio base de la vida. Dios no es un vacío, no es neutro, es siempre positivo. Después de que Dios vino al mundo no se puede hacer como si no lo conociéramos".