La oposición venezolana ha obtenido una victoria poco común y altamente simbólica sobre el régimen de Nicolás Maduro después de derrotar al candidato del gobierno a la gobernación del estado natal de Hugo Chávez, Barinas.

Maduro esperaba que su exministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, se hiciera con el control de la región, considerada la cuna de la “revolución bolivariana” de Chávez, en las elecciones del domingo.