El gobierno fundamentalista de Kabul implementó nuevas medidas extremistas para las mujeres: Tienen prohibida la entrada a plazas, parques de atracciones y gimnasios. De acuerdo con el vocero del Ministerio de la Virtud y el Vicio, Mohammed Akef Mohajer, la medida se tomó porque la gente ignoraba las ordenes de segregación por sexos y porque las mujeres no usaban hiyab, o velo, como se requería.

Según Akef Mohajer, en los últimos 15 meses el grupo ha “hecho todo lo posible” para evitar el cierre de parques y gimnasios a las mujeres, ordenando su uso en días separados de la semana o imponiendo la segregación por género. “Pero, desafortunadamente, las órdenes no se han cumplido y se han violado las normas” lo que motivó las restricciones que entraron en rigor esta semana, apuntó el portavoz.

“En la mayoría de los casos, hemos visto a hombres y mujeres juntos en los parques y, por desgracia, no se respetaba el hiyab. Así que tuvimos que tomar otra decisión”, agregó. Asimismo, señaló que grupos de talibanes controlarán los establecimientos para comprobar si las mujeres siguen usándolos.

Las mujeres con cada vez con menos derechos

Una mujer, identificada como Wahida, comentó sobre la nueva medida. “No hay escuelas, no hay trabajo, tendríamos que poder tener un lugar donde divertirnos”. De igual manera, aseguró: “Estamos aburridas y agotadas de estar en nuestras casas todo el día, nuestras cabezas están cansadas”.

Raihana, de 21 años, compartió su decepción cuando llegó a la plaza para pasar el día con sus hermanas: “estábamos muy contentas, cansadas de estar todo el día en nuestras casas”. La joven, que estudia la ley islámica en la universidad, señaló que “obviamente, en el islam, está permitido salir y estar en parques de atracciones y plazas. Cuándo no tienes libertad en tu propio país, ¿qué significa vivir ahí?".

Las posibles consecuencias de las nuevas prohibiciones

Con la nueva medida, las repercusiones económicas no tardaron en llegar. En Kabul, está el Parque Zazai, que antes era un lugar recreativo para miles de visitantes en los días que las mujeres llevaban a sus hijos para reuniones familiares. Los viernes y los feriados, tenían aún más clientes. Sin embargo, tras la nueva norma, el miércoles tan solo unos pocos hombres fueron a visitar.

El parque de diversiones vacío después de la prohibición impuesta por el gobiernoo afgano. (Créditos: Ali Khara)
El parque de diversiones vacío después de la prohibición impuesta por el gobiernoo afgano. (Créditos: Ali Khara)

“Sin las mujeres, los niños no van a venir solos”, comentó el desarrollador del parque, Habib Jan Zazai, quien tiene miedo de verse obligado a cerrar su negocio por falta de visitantes. El dueño invirtió 11 millones de dólares, y tiene 250 empleados.

Asimismo, teme que las nuevas decisiones vayan a influenciar en las inversiones extranjeras o de los afganos viviendo en el exterior. “¿Un gobierno funciona por los impuestos. Si un inversor no los está pagando, cómo pueden gobernar?”.