Un terremoto de magnitud 6,8 sacudió Marruecos cerca de las 11 de la noche del viernes y se han reportado más de 2.000 muertos hasta el momento. El Ministerio del Interior de Marruecos ha instado a la población a mantener la calma y evitar el pánico, y ha asegurado que el gobierno ha activado todos los recursos disponibles para hacer frente a esta tragedia. Por su parte, desde la Cancillería argentina se informó que no hay registro de compatriotas muertos por el terremoto.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) afirmó que este terremoto es el más fuerte que ha afectado la zona en más de 120 años. El epicentro se ha ubicado a 56,2 kilómetros al este de Oukaïmedene, en la región de Marrakesh-Safi, y a 48,4 kilómetros al noreste de Marrakesh, en la misma región. El USGS ha señalado que los terremotos de esta magnitud en la región son poco comunes, pero no inesperados, y que es probable que se produzcan daños importantes y que el desastre sea potencialmente generalizado.

La televisión estatal Al-Aoula ha mostrado varios edificios derrumbados cerca del epicentro del sismo. En Marrakech, algunas casas en la ciudad vieja se han derrumbado y las personas han movido los escombros con sus propias manos mientras esperaban equipos especializados. Se han reportado daños en las fachadas de muchos edificios en Marrakech y la gente permanece afuera por temor a réplicas del terremoto.

Los movimientos también se han sentido en la capital, Rabat, a unos 350 kilómetros al norte de las montañas del Alto Atlas.

Se espera que haya múltiples réplicas fuertes debido a la intensidad del terremoto. Un experto ha mencionado que la magnitud de estas réplicas podría estar en el entorno de 5. Aunque es una posibilidad remota, también se ha mencionado que el terremoto del viernes por la noche podría ser precursor de un sismo aún más fuerte.

Según el profesor Jonathan Stewart de la Universidad de California en Los Ángeles, aunque el terremoto fue 30 veces más débil que otro de magnitud 7,8 que ocurrió en Turquía a principios de año, liberó una gran cantidad de energía y probablemente causó daños considerables. Además, el epicentro del terremoto de Marruecos se encuentra en una región de la placa media, lo cual es relativamente inusual para un temblor importante. Se espera que las estructuras vulnerables, como las de mampostería no reforzada y las de hormigón no dentado, sufran daños importantes.