El exsecretario de Estado estadounidense Henry Kissinger falleció recientemente a los 100 años de edad. Reconocido por su papel en la realpolitik del último medio siglo, su legado también ha sido objeto de controversia debido a su respaldo a dictaduras y a polémicas decisiones en política exterior.

Nacido en Baviera en 1923, Kissinger emigró a Estados Unidos huyendo del régimen nazi. Tras graduarse con honores en Ciencias Políticas en Harvard, se unió al Ejército y más tarde se convirtió en asesor político de Nelson Rockefeller, para luego ser nombrado por el presidente Richard Nixon como asesor de seguridad nacional y posteriormente secretario de Estado.

Su paso por el gobierno estuvo marcado por su participación en la guerra de Vietnam, las negociaciones de paz en Vietnam del Norte, el acercamiento a China, la intervención en conflictos en el Medio Oriente, África y Asia, y su papel en el golpe militar en Chile.

Kissinger ha sido criticado por su papel en la Operación Cóndor en América Latina, su apoyo a las dictaduras de Videla en Argentina y Pinochet en Chile, así como por su participación en decisiones que resultaron en miles de muertes. A pesar de haber sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1973, su premio ha sido objeto de controversia y críticas debido a su historial.

Tras su salida de la administración, Kissinger continuó su carrera en el ámbito académico y en la actividad privada, manteniendo sus vínculos con el gobierno y participando en diversas organizaciones.

A lo largo de los años, su legado ha sido objeto de debate y controversia, con llamados a retirar su premio Nobel de la Paz y críticas por su papel en decisiones que afectaron a diversos países alrededor del mundo. Su fallecimiento cierra un capítulo en la historia de las relaciones internacionales, pero su legado seguirá siendo objeto de análisis y debate en el futuro.