Dos explosiones, entre ellas la de una bomba llevada por un atacante suicida, mataron a 22 personas e hirieron a más de 30 en Irak cerca de la residencia de un gobernador provincial, informaron autoridades.

El ataque coincidió con el inicio de conversaciones entre las distintas agrupaciones políticas iraquíes sobre si pedir a Estados Unidos que deje algunas tropas más allá del plazo máximo del 31 de diciembre por motivos de seguridad.