Este domingo, cuatro aviones de combate del ejército birmano bombardearon un festival de música al norte de Myanmar, provocando la muerte de 50 y 80 personas. El ataque aéreo se considera como uno de los peores que ha vivido el país desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021. 

Al momento en que le tocaba salir al escenario a Aurali, un famoso cantante de la etnia minoritaria kachin, empezó el bombardeo. De acuerdo con Kachin News, se conmemoraba el 62° aniversario de la fundación de la Organización para la Independencia de Kachin (KIO), una región lindante con China controlada por una guerrilla de la etnia homónima que lleva décadas enfrentada al ejército birmano.

“Para los militares, toda la población kachin está conectada con la KIO (que tiene un brazo armado, el Ejército para la Independencia de Kachin), de modo que no distinguen entre civiles y rebeldes”, dice a EFE un portavoz del Gobierno de Unidad Nacional (NUG, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con la Asociación para la Asistencia de Prisioneros Políticos de Myanmar, desde el 1 de febrero de 2021, cerca de 2.400 civiles han muerto en manos de las fuerzas de seguridad birmanas. (Créditos: Twitter)
De acuerdo con la Asociación para la Asistencia de Prisioneros Políticos de Myanmar, desde el 1 de febrero de 2021, cerca de 2.400 civiles han muerto en manos de las fuerzas de seguridad birmanas. (Créditos: Twitter)

De acuerdo con fuentes en el terreno para EFE, la localidad de Hpakant, donde ocurrió el bombardeo, se encuentra cercada y con las telecomunicaciones cortadas. Asimismo, aseguran que los militares no permiten que los heridos sean trasladados a hospitales cercanos.

"Se habla de entre 50 y 80 fallecidos, pero es una cifra que previsiblemente va a crecer, porque hay muchos heridos graves y no pueden ser atendidos”, aseguraron las fuentes, que prefirieron guardar el anonimato. 

Por el momento, el ataque ha sido condenado por representantes diplomáticos de diversos países, entre ellos Australia, España, Alemania, Estados Unidos y Reino Unido, así como varias ONG. 

De igual manera, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) expresó este miércoles su “grave preocupación” por la reciente escalada de violencia en Myanmar, e hizo un “llamamiento urgente a todas las partes involucradas” a tomar “medidas concretas”.