La energía fue el tema principal de la agenda entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman (MBS), durante las conversaciones en París vistas como una rehabilitación diplomática del líder de facto del reino saudí.

Los asistentes del presidente francés habían indicado antes de las conversaciones del jueves que Macron instaría a Arabia Saudita a aumentar su producción de petróleo para ayudar a reducir los precios del crudo, reiterando una solicitud hecha por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, durante una visita a Riad a principios de este mes.

Pese a que una declaración de la oficina presidencial el viernes no hizo referencia explícita al petróleo o al gas, sí dijo que Macron había "subrayado la importancia de continuar la coordinación en curso con Arabia Saudita con respecto a la diversificación del suministro de energía para los países europeos".

Dado que los suministros de petróleo y gas rusos no están disponibles para las naciones de la Unión Europea debido a las sanciones o están retenidos por Moscú, los países europeos están en proceso de buscar fuentes alternativas de combustibles fósiles, y Arabia Saudita es uno de los pocos países del mundo con capacidad para aumentar su producción.

La declaración francesa dijo que Macron y MBS también discutieron la seguridad alimentaria en medio de los temores de hambrunas causadas por la pérdida de granos ucranianos y acordaron trabajar "para aliviar los efectos" de la guerra en Ucrania.

MBS agradeció el viernes al presidente francés, Emmanuel Macron, por la "cálida recepción". “Mientras dejó su amigable país , es para mí un gran placer expresarle a Su Excelencia mi más profunda gratitud y aprecio por la cálida recepción y hospitalidad brindada a mí y a la delegación que me acompaña”, escribió bin Salman en un mensaje publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita. 

El líder de facto de la nación rica en petróleo está siendo cortejado nuevamente después de ser rechazado por los líderes occidentales luego del asesinato del periodista del Washington Post Jamal Khashoggi por agentes saudíes dentro del consulado de Arabia Saudita en Estambul en 2018 y tanto Macron como Biden atrajeron críticas de grupos de derecha por su acercamiento al reino.