Lula Da Silva, el presidente brasileño, ha dado un discurso televisado, en el que calificó el ataque en Brasilia de "barbarie" y advirtió que todos los involucrados serían "encontrados y castigados".

También arremetió contra los agentes de policía en el lugar el domingo, condenando su falta de acción cuando la multitud se tornó violenta. “La policía no hizo nada en absoluto. Simplemente dejaron entrar a los manifestantes”, dijo.

En su apasionado discurso, el presidente estaba visiblemente enojado. Dijo que no había precedentes de lo que pasó en Brasilia el domingo. Llamó a los que estaban detrás del asalto al Congreso "fascistas fanáticos" que representaban "todo lo que es abominable" en la política.

El presidente dijo que serían encontrados y castigados “con toda la fuerza de la ley”. Reiteró que “estos fanáticos han hecho algo que nunca antes se había hecho en este país”.

Por otro lado la oficina del procurador general ha pedido el arresto inmediato de Anderson Torres , el jefe de seguridad de la capital Brasilia.