El gobierno talibán  anunció la prohibición los salones de belleza para mujeres en Afganistán y dio un plazo de un mes para el cierre de todos los que estén funcionando en el país, en la más reciente de una serie de restricciones basadas en la rígida interpretación de la ley islámica.

La medida fue revelada por Mohammad Sadiq Akif Mahajir, portavoz del Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, que opera bajo el gobierno talibán. Aunque no se proporcionaron detalles específicos sobre la prohibición, se confirmó la existencia de una carta circulando en las redes sociales que establece la orden.

La carta, fechada el 24 de junio, transmite una orden verbal del líder supremo talibán, Hibatullah Akhundzada. “El ministerio envió una carta a los municipios para cancelar la licencia de los salones de belleza” a partir del 25 de julio, señaló el vocero.

Según el documento, la prohibición afectará tanto a la capital, Kabul, como a todas las provincias de Afganistán. Una vez pasado el plazo, los centros de belleza para mujeres “estarán prohibidos” en el país y se deberá presentar un informe de cierre. Las infractoras de la prohibición se expondrán a consecuencias legales, señaló Bloomberg

El cierre de peluquerías y salones de belleza ya había sido parte de un amplio paquete de medidas impuestas por los talibanes durante su primer gobierno, entre 1996 y 2001. Pero tales locales habían reabierto en los años posteriores a 2001, con la invasión a Afganistán liderada por Estados Unidos.

Estas restricciones se suman a una serie de medidas ya impuestas por el régimen fundamentalista desde su regreso al poder en agosto de 2021. Las mujeres afganas se ven obligadas al uso del burka, una prenda que cubre todo el cuerpo y solo permite que los ojos sean visibles, pero a través de un enmallado que limita la visión lateral.

Anteriormente, el hiyab, un pañuelo ajustado que rodea la cabeza y el cuello, pero no cubre el rostro, era suficiente para circular en espacios públicos. Sin embargo, ahora el uso del burka es obligatorio para todas las mujeres en un intento de evitar cualquier provocación hacia los hombres, según las recomendaciones de la sharia o derecho islámico originario.

El mismo Ministerio de la Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio fue el que, ya en noviembre, prohibió el acceso a parques de atracciones y gimnasios a las mujeres. Esto, porque según el ministro, las órdenes de segregación de género que habían dado anteriormente estaban siendo ignoradas.

Además, las mujeres afganas fueron excluidas de la educación universitaria por tiempo indefinido. El ministro de Educación Superior, Neda Mohammad Nadeem, emitió una carta en diciembre que ordena a todas las universidades, tanto estatales como privadas, dejar de admitir mujeres en sus programas educativos.

Esta última medida ha recibido fuertes críticas y ha generado preocupación por el futuro de las mujeres y niñas afganas, que ven limitadas sus oportunidades de desarrollo personal y profesional.

Hasta entonces, las clases universitarias a mujeres se permitían, pero en aulas segregadas por género. En marzo del año pasado, ya habían cerrado los liceos a las niñas, que se enteraron de la prohibición el mismo primer día del año académico.