La inflación en Estados Unidos cayó al 3,2% en octubre en tasa interanual, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. Este dato se ubicó ligeramente por debajo del 3,3% estimado por el consenso del mercado. Por su parte, la inflación núcleo, que excluye alimentos y energía y es clave para la Reserva Federal, descendió al 4%, desde el 4,1% del mes anterior, contrariamente a las expectativas de mantenerse sin cambios.

En términos mensuales, el índice general se mantuvo sin cambios en octubre, en contraste con la expectativa de un alza del 0,1%. Por su parte, la tasa subyacente aumentó un 0,2%, por encima del 0,3% del mes pasado, mientras se esperaba otro 0,3%.

Según el organismo que difunde los datos, "el índice de vivienda siguió aumentando en octubre, compensando una caída en el índice de gasolina y haciendo que el índice desestacionalizado se mantenga sin cambios durante el mes. El índice energético cayó un 2,5% durante el mes, ya que una disminución del 5% en el índice de gasolina compensó con creces los aumentos en otros índices de componentes energéticos".

La reacción de las tasas de interés a la sorpresa de inflación fue marcada, con las tasas de los bonos del tesoro a 2 y 10 años comprimiendo 15pbs aproximadamente a 4.87 y 4.49%, respectivamente. Por el lado de los futuros del S&P 500 y del Nasdaq, estos mostraron subas marcadas de 1.2% y 1.5%, respectivamente, una vez conocido el dato de inflación. Los datos hoy, junto con los de empleo a principios de mes, dan soporte a la idea de que la Fed no vuelva a subir en diciembre, sin embargo, todavía queda un reporte de empleo e inflación antes de la última reunión de la Fed en 2023.

La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo recientemente su tasa de interés de referencia en máximos en 22 años (en un rango de 5,25% a 5,50%), por segunda reunión consecutiva. La decisión llevó a algunos analistas y operadores a predecir que la Fed ya había dejado de lado el endurecimiento de su política monetaria. Sin embargo, desde entonces, varios responsables del banco central, entre ellos el presidente de la Fed, Jerome Powell, han indicado que en caso de necesidad están dispuestos a subir las tasas nuevamente. Subir tasas supone encarecer el crédito, y con ello enfriar el consumo y la inversión, reduciendo presiones sobre los precios.