La ciudad de Nueva York se está hundiendo en parte debido al extraordinario peso de sus edificios, lo que empeora la amenaza de inundación que representa para la metrópolis el aumento del nivel del mar, según ha descubierto una nueva investigación. La Gran Manzana puede ser la ciudad que nunca duerme, pero es una ciudad que ciertamente se hunde entre 1 y 2 milímetros por año. Y algunas áreas de la ciudad de Nueva York se desploman al doble de esta tasa, según los investigadores.