Un atentado ocurrido en la ciudad iraquí de Basora ocasionó la muerte de 52 peregrinos chiitas entre los que había mujeres y niños, cuando un atacante suicida detonó la carga explosiva que portaba. Otras 90 personas resultaron heridas en el episodio, que no pudieron evitar los miles de efectivos de las fuerzas de seguridad destacados para proteger a los fieles.

El ataque se produjo cuando los peregrinos, entre los cuales había numerosas mujeres y niños, se dirigían a celebrar la fiesta de Al Arbain, una de las celebraciones principales en el calendario chií.

El último balance de las autoridades y fuentes médicas indicó que hay 52 muertos y 90 heridos, muchos de ellos de gravedad, por lo que no descartan que la cifra de víctimas mortales aumente.

El ataque se produjo esta mañana a unos cinco kilómetros de la ciudad de Basora, y a 420 kilómetros al sur de Bagdad. "Un terrorista vestido de policía y portando un carné falso logró llegar al puesto de control y se hizo estallar en medio de la multitud", informó la policía. A su vez, el sitio web de noticias Alsumaria News, citando también a los servicios de seguridad de Basora, "el atacante llevaba un cinturón explosivo y lo detonó apuntando a la multitud que se dirigía a una mezquita".

Según un testigo, el atacante estaba repartiendo galletas entre los peregrinos y se hizo saltar por los aires cuando se le acercó un policía a interrogarlo.

Durante esta importante ceremonia religiosa de los chiíes es tradicional peregrinar a la ciudad santa de Kerbala -a unos 110 kilómetros al sur de la capital iraquí- donde está el santuario del imán Husein y que termina entre esta noche y mañana.

En otro hecho ocurrido también hoy, tres policías murieron y cuatro civiles resultaron heridos por el estallido de una bomba junto a un grupo de peregrinos chiitas en Mosul, unos 400 kilómetros al norte de Bagdad, según fuentes de los servicios de seguridad.