El capitán del Costa Concordia habría admitido que el crucero se hundió por su culpa. La BBC difundió un documento de la investigación en el que asegura que Francesco Schettino “se hizo cargo del naufragio”.

En tanto, una jueza calificó la actitud del comandante como “imprudente, incapaz y fuera de quicio”. La Justicia ordenó que Schettino siga bajo arresto domiciliario, acusado de homicidio múltiple y de abandono del barco, algo que generó críticas por la posibilidad de que se fugue, señaló por Continental el periodista radicado en Italia Mauricio Montes.

En La Mañana, aclaró que la joven moldava fotografiada con el capitán figuraba en la lista de pasajeros, pero "no se sabe dónde dormía". Asimismo, explicó que las primeras pericias permitieron determinar que el timón de la nave "estaba totalmente girado hacia la derecha", en el marco de la broma que Schettino habría intentado hacer a la muchacha y a un subordinado suyo nativo de la isla de Giglio.

Debido a movimientos del crucero escorado, se suspendieron nuevamente las tareas de búsqueda y rescate, y se teme un desastre ecológico por la pérdida del combustible de la embarcación. Se desconoce si los movimientos registrados durante la madrugada por los sensores a bordo son sólo vibraciones mientras el Costa Concordia se asienta sobre las rocas o si se está desplazando sobre ellas.

Un ex asistente del capitán Francesco Schettino en el Costa Concordia asegura que “era habitual que cometiera riesgos y tomara de más”. Oscar Fedele añadió que el marino “solía estar acompañado y tomando cuando estaba en mar abierto, una modalidad que se repite en todos los comandantes de a bordo”, subrayó.

El naufragio frente a la isla de Giglio, en la costa toscana, provocó la muerte de al menos once personas, y más de veinte continúan desaparecidas.