Al menos 80 personas murieron y más de 200 resultaron heridas anoche en el este de la India. 

Sucedió cuando rebeldes descarrilaron un tren de pasajeros que al salir de las vías chocó con otro de carga que avanzaba en sentido contrario.

Sobrevivientes hablaron de una noche de caos, gritos y desolación tras el descarrilamiento y dijeron que los rescatistas llegaron al lugar tres horas después del choque.

El tren de pasajeros y el tren de carga quedaron fusionados en un amasijo de hierros retorcidos en una zona rural cerca de la ciudad de Sardiha, 150 kilómetros al oeste de Calcuta, en el estado (provincia) de Bengala Occidental.

Funcionarios discreparon sobre la causa del descarrilamiento, atribuido por algunos a una bomba y por otros al sabotaje de las vías.

El ministro del Interior, Palaniappan Chidambaram, dijo en un comunicado que una sección de las vías fue cortada, pero agregó que "aún no está claro si se usaron explosivos".

El jefe de policía de Bengala Occidental, Bhupinder Singh, dijo que en el lugar del ataque se encontraron pancartas reivindicatorias del atentado en nombre del Comité del Pueblo Contra las Atrocidades de la Policía, un grupo vinculado por las autoridades locales a los rebeles maoístas de India.

Sin embargo, un vocero del grupo, Asit Mahato, negó la participación de la organización en el ataque en declaraciones a la agencia de noticias india Press Trust of India (PTI).