La relativa normalidad con la que había empezado la primera jornada de paro se transformó en tensión en el aeropuerto de la capital de España cuando varios miles de trabajadores en huelga -hasta 8.000 según medios españoles- rompieron el cordón policial y ocuparon la terminal 4, desde la que opera Iberia.

La entrada de los manifestantes llevó al cierre de los mostradores de facturación de Iberia y de British Airways, su socia en el grupo IAG. La policía salió al frente para disolver la concentración y junto a los tres detenidos hubo al menos un herido, según los medios.

En el aire se cumplieron los servicios mínimos del 50% de los vuelos entre ciudades españolas y extranjeras y el 100% entre la península y las islas españolas.

En Madrid hubo pasajeros que tuvieron problemas por la mañana para acceder a la terminal 4, ya que trabajadores en huelga generaron un caos circulatorio al congestionar la vía de entrada con sus vehículos. En los mostradores de la compañía hubo también filas de viajeros de vuelos cancelados que querían cambiar sus billetes.

En todos los aeropuertos españoles en los que opera Iberia se convocaron concentraciones de protesta. A la huelga estuvieron llamados los 20.000 trabajadores de la aerolínea. Los sindicatos cifraron el seguimiento entre el 90 y el 100%. "Ni un piloto, tripulante, trabajador de asistencia en tierra, técnico de mantenimiento o administrativo que no tuviera servicios mínimos ha acudido hoy a sus puestos", señaló un portavoz.

El gobierno de Mariano Rajoy instó a la dirección y a los trabajadores a desbloquear pronto la situación. "Les pido que lleguen a un acuerdo lo antes posible, porque nuestro país está viviendo una crisis económica y cualquier medida que altere de forma importante la comunicación de las personas está afectando a la economía y a todos los españoles", dijo la ministra de Fomento, Ana Pastor.

Este primer tramo de huelga se extenderá hasta el viernes, cinco días en los que se cancelarán más de 1.200 vuelos. Los paros se repetirán del 4 al 8 de marzo y del 18 al 22 de ese mismo mes.

La compañía, según sus propios datos, recolocó en vuelos de otras compañías al 85% de sus 70.000 clientes afectados esta semana. El resto recibirá el reembolso de su billete. También hay aerolíneas externas al grupo que se están viendo afectadas por la huelga, como la alemana Lufthansa, ya que Iberia les presta asistencia en tierra.

El plan de ajuste de Iberia incluye 3.800 despidos, el 19% de la plantilla, que la empresa comenzará a hacer efectivos el 14 de marzo, en un proceso que está previsto que se extienda hasta finales de año. La reestructuración contempla además reducciones y congelaciones salariales y recortes de rutas.

La dirección asegura que es necesaria para garantizar la "viabilidad" de la antigua compañía de bandera española y ajustarla a la nueva situación derivada de la crisis y de la subida del combustible. Según la empresa, entre 2008 y septiembre de 2012 ha perdido más de 850 millones de euros.

Los representantes de los trabajadores la acusan por su parte de querer desmantelar la compañía en favor de su socia British Airways, con la que se fusionó en 2011 dando lugar al Internacional Airlines Group (IAG).