Los candidatos a la presidencia francesa, el socialista François Hollande y el actual mandatario, el conservador Nicolas Sarkozy, se enfrentaron ayer de manera sumamente violenta en un áspero debate televisado en el que no faltaron las invectivas, señaló por Continental José María Patiño, coresponsal de Prisa Radio en Francia.

A cuatro días de la elección, la tensión y el tono del debate fueron aumentando a medida que se avanzaba en los temas -estilo presidencial, Europa, economía, inmigración, entre otros- y llegó a un nivel insólito en la política francesa cuando Sarkozy trató a su adversario de "pequeño calumniador" después de que Hollande, favorito según los sondeos, lo acusara de haber procedido a nombramientos "partidistas" en ministerios e instancias públicas. 

Sobre el resultado del inminente balotaje, Patiño consideró que será "apretado".