“Europa nos mira. Estoy seguro de que al anunciarse nuestra victoria, muchos países europeos se sintieron aliviados", afirmó exultante el ahora presidente electo de Francia, Francois Hollande, en un discurso ofrecido en la plaza central de Tulle, en la céntrica región de Correze.

Y ante miles de enfervorizados militantes socialistas no dudó en asegurar que "la idea es que el ajuste no es la única salida. El crecimiento es la salida y eso es lo que diré lo más pronto posible, sobre toda Alemania y en nombre de nuestra amistad y la historia que nos une”.

“Los franceses escogieron el cambio al llevarme a la Presidencia. Mido el honor que me otorgan y la tarea que me espera y me comprometo a servir a mi país con la ejemplaridad que requiere la función", expresó sobre el escenario montado a los pies de la Catedral de Tulle.

“El cambio que pretendo debe estar a la altura de Francia y comienza ahora”, agregó Hollande antes de enviar "un saludo republicano a Nicolas Sarkozy, que merece todo nuestro respeto".

Luego, en un tono serio y carente de lirismo, recurrió al corazón de los militantes del partido de la rosa recordando que “muchos esperaban este momento desde hace tiempo y otros más jóvenes nunca lo habían vivido, por lo que estoy orgulloso de haber sido capaz de volver a otorogar esperanza”.

Una vez finalizado el discurso, un grupo de acordeoneonistas tocó el tradicional tema "La Vie en Rose", popularizado entre otros por Edith Piaf, y Hollande, tras recibir un ramo de rosas rojas (el símbolo del socialismo) retomó la palabra.

“!Gracias Correze! Si yo hubiera imaginado que en esta plaza, que como alcalde ayudé a refaccionar, iba a pasar esto...", dijo antes de confesar casi en un grito: "¡Sí, lo había imaginado!”, para mezclarse entre el público mientras decenas de guardaespaldas buscaban no alejarse del mandatario electo.

“Responsabilidad”, fue la palabra más repetida por Hollande, quien resaltó que “luchará por el respeto al laicismo” y “la igualdad entre hombres y mujeres”, al tiempo que fijó a “la justicia y la juventud” como una de sus prioridades.

También dedicó palabras para quienes no lo votaron, al asegurar que “los respeto y seré el presidente de todos".

"Esta noche no hay dos Francias que se enfrentan, hay una sola nación reunida en el mismo destino, cada uno será tratado en igualdad de derecho y deberes. Nadie será abandonado ni discriminado”, prometió.

“Estos últimos años hubo demasiadas fracturas, recortes y frustración para separar a nuestros ciudadanos, pero eso se terminó, aseguró en claro mensaje hacia los muchos electores conservadores de Francia.

Al agradecer a su familia, al Partido Socialista y a los humanistas y republicanos de centro que le permitieron llegar al poder con su voto, enfatizó que “el 6 de mayo debe ser una gran fecha para nuestro país y una nueva partida para Europa".

Y cerró con otro claro mensaje que apuntó a dibujar en trazos gruesos la línea que pretende otorgarle a su política internacional.

“No somos cualquier país del mundo -aseguró. Somos Francia y como presidente debo libertad, respeto, darle capacidad a los pueblos de emanciparse de las dictaduras y la corrupción, y todo lo que haga será a nombre de la República en todo el mundo”.