Los restos del histórico líder palestino Yaser Arafat fueron exhumados este martes. Es para que un equipo de expertos suizos y franceses puedan determinar las causas de su muerte ante la posibilidad de que fuera envenenado.

El cuerpo fue desenterrado del mausoleo que se emplaza en la sede de la gobernación de Ramala, la Mukata, a las 8.05 (3.05 hora Argentina).

En los trabajos para esclarecer las circunstancias del fallecimiento de Arafat participa también una delegación rusa que supervisará la labor de los expertos.

Taufik Tiraui, presidente de la comisión creada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para investigar las razones de la muerte de Arafat en 2004, adelantó el pasado fin de semana que el procedimiento para la exhumación del cadáver y las investigaciones in situ se llevan a cabo de acuerdo a la "soberanía palestina".

"Hay un acuerdo entre los palestinos y las diferentes partes", dijo Tiraui, que explicó que el equipo judicial francés a cargo del caso se ocupará de la investigación en el terreno, pero que "sólo la Fiscalía palestina tomará testimonio a la gente".

Además de exhumar el cadáver, los investigadores franceses recuperarán ropa del difunto e interrogarán a las personas que trabajaron y estuvieron en contacto con Arafat entre el 1 de enero y el 28 de octubre de 2004, entre ellas sus médicos.

La muerte de Arafat fue denunciada en julio pasado a un tribunal de la ciudad francesa de Nanterre por su viuda, Suha, después de que un instituto científico suizo, con la ayuda de la cadena de televisión Al Yazira, descubriera restos de polonio-210 en algunas de las ropas y utensilios más privados del mítico líder palestino.

Se trata de un material altamente radiactivo que apareció en cantidades anormales, y de confirmarse que el cadáver también las absorbió podría ser un indicio casi concluyente de que el líder palestino fue envenenando.

Arafat falleció en un hospital militar cerca de París el 11 de noviembre de 2004 después de varias semanas de agonía en Ramala, donde llevaba tres años cercado por Israel.

El rápido deterioro de la salud de Arafat y las acusaciones en ese sentido por su médico de cabecera de toda la vida, el jordano Ashraf Al Kurdi, alentaron todo tipo de teorías conspirativas sobre un posible envenenamiento, que se vieron reforzadas por el descubrimiento del polonio por el Instituto de Radiación Física de Lausana (Suiza).