Una encuesta revela que el discurso del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre la reforma de los programas de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés) apenas tuvo impacto entre los ciudadanos, entre quienes aumentó su rechazo. La mitad de los ciudadanos reconoció no haber escuchado nada del discurso, según los resultados de la encuesta divulgada ayer por el Centro Pew y el diario USA Today.

En su discurso, Obama ordenó poner fin al espionaje a mandatarios de países aliados, que el Gobierno deje de controlar los datos resultado de la vigilancia telefónica y que sea una corte especial la que autorice acceder a ellos.

De los que aseguraron haber prestado atención, el 73 por ciento señaló que las modificaciones propuestas por Obama no tendrían mayor efecto a la hora de proteger la privacidad de los ciudadanos, frente al 21 % que dijo que sí serían efectivos.  En una proporción de 70 % a 26 %, los encuestados afirmaron que no hay que sacrificar la privacidad y la libertad en favor de la lucha contra el terrorismo.

El rechazo entre los estadounidenses acerca de los polémicos programas de inteligencia parece haber aumentado con el paso del tiempo. Si en julio el 44 % no estaba de acuerdo con estos programas de la NSA, cuando salieron a la luz las revelaciones tras la filtraciones del exagente de espionaje de la NSA Edward Snowden, ahora se muestran en contra el 53 %.

No obstante, y pese a este escepticismo, el 56 % se mostró a favor de que se lleve a cabo un proceso judicial criminal contra Snowden, frente al 36 % que se opone. La encuesta fue realizada entre el 15 y el 19 de enero sobre 1.504 personas a nivel nacional, y cuenta con margen de error del 2,9%.