Robert Card, el sospechoso de los tiroteos que dejaron 18 muertos en Maine, al noreste de Estados Unidos, fue encontrado muerto este viernes con una herida por un disparo autoinfligido, según informó la prensa estadounidense.

Según las autoridades, Card aparentemente se disparó a sí mismo y murió como consecuencia de la herida de bala en la cabeza. Su cuerpo fue encontrado en el bosque cerca de Lisbon, un pueblo ubicado a 12 kilómetros de Lewiston, la ciudad donde se perpetró la masacre.

Card era un sargento de primera clase en la Reserva del Ejército de Estados Unidos. Había sido entrenado como especialista en suministro de petróleo y estaba destinado en el 3º Batallón, 304º Regimiento de Infantería en Saco, Maine.

Las autoridades también revelaron que Card había tenido un encuentro con oficiales durante una reciente visita a Camp Smith, una instalación de entrenamiento de la Guardia Nacional. Después de este incidente, Card fue evaluado en un centro de salud mental, donde permaneció durante dos semanas.

La noticia del hallazgo de Card fue recibida con alivio por la comunidad, ya que su muerte puso fin a la amenaza que representaba para la seguridad de las personas en la zona. El presidente Joe Biden aprovechó la ocasión para hablar sobre la epidemia de violencia con armas de fuego en Estados Unidos y pidió a los republicanos en el Congreso que cumplan con su obligación de mantener seguros a los ciudadanos.

Las autoridades brindarán más detalles sobre el hallazgo de Card en una sesión informativa programada para este sábado.