Con la casi segura presencia del papa emérito Benedicto XVI en la ceremonia, la Iglesia católica se prepara para vivir lo que se ha denominado como el "día de los 4 papas": en presencia de dos pontífices vivos serán convertidos en santos dos papas fallecidos, los más populares del siglo XX.

Dos tapices con las imágenes de Juan Pablo II y Juan XXIII ya se exhiben desde esta mañana en la fachada de la basílica de San Pedro.

"Estoy agradecido a Juan Pablo II por su incansable servicio, su guía espiritual, por haber introducido a la Iglesia en el tercer milenio de la fe y por su extraordinario testimonio de santidad", dijo hoy el papa argentino Jorge Bergoglio, en un video mensaje al pueblo polaco, retransmitido por la televisión y la radio nacional de Polonia.

Francisco lo calificó además como "un gigante de la fe" que "abrió a Cristo a sociedad, cultural, sistemas políticos y económicos".
Además, en una carta enviada a la diócesis de Bérgamo -de la que era oriundo Juan XXIII- Francisco lo calificó también de un "gran regalo" para la Iglesia católica de todo el mundo.