Berlusconi retiró a su partido del gobierno y anunció una manifestación de sus seguidores en protesta por su "inaceptable" desafuero.

El presidente del Senado, Pietro Grasso, dijo hoy que la votación será mañana como estaba previsto y que no se pospondrá, como lo solicitaba Berlusconi, quien ayer presentó supuestas pruebas que echarían abajo su condena definitiva por fraude fiscal, pero que fueron desmentidas hoy por buena parte de los periódicos.

La votación en la Cámara alta, según todas las previsiones, terminará con la expulsión del ex premier, de 77 años, de esa aula, en cumplimiento de la llamada Ley Severino, que veta el acceso parlamentario a los condenados a más de dos años de reclusión.

Berlusconi, condenado este año en vía definitiva por fraude fiscal a cuatro años de cárcel, apareció hoy en diversas entrevistas televisivas, la mayoría transmitidas por los canales de su empresa, Mediaset, en las que insistió en su inocencia.

El ex premier, quien dominó la vida política de Italia durante las últimas dos décadas pero acumuló serios problemas legales, acusó nuevamente a la magistratura de buscar su eliminación política por la vía judicial.

Berlusconi dijo que su expulsión del Parlamento "es inaceptable" y "una herida mortal de la democracia", y agregó que su "gran amigo", el presidente ruso Vladimir Putin, quien se encuentra en Italia en visita oficial y con quien cenó en la víspera, "está escandalizado" por la forma en la que es tratado.

También anunció una gran manifestación en Roma para mañana, justo a la hora en que en el Senado será votada su expulsión.

Según Berlusconi, la protesta "será sólo el inicio" de su campaña contra los efectos de su condena definitiva por fraude fiscal en la compra-venta de derechos televisivos de Mediaset, informó la agencia de noticias ANSA.

El político de derecha reiteró que no renunciará al Parlamento por su propia iniciativa.

"Los italianos me dieron su confianza y me ven como el líder de la centroderecha", expresó.

Más tarde, su partido, Forza Italia, anunció su salida del gobierno encabezado por el primer ministro Enrico Letta, con cuya agrupación de centroizquirda se había aliado la fuerza de Berlusconi tras las elecciones de febrero pasado.

El gobierno aún cuenta con el apoyo del grupo escindido del viejo partido de Berlusconi, Nueva Centroderecha, del vice premier Angelino Alfano, que con sus 30 senadores garantiza la estabilidad del Poder Ejecutivo en la Cámara, en la que la centroizquierda no obtuvo la mayoría absoluta tras los comicios.

En rueda de prensa en Roma, los jefes de bloque legislativo de Forza Italia citaron desacuerdos sobre el gasto como la razón para abandonar la coalición gobernante.

"No se dan ya las condiciones para que Forza Italia siga dentro de la mayoría parlamentaria y siga colaborando con el gobierno", dijo Paolo Romani, jefe de la bancada y portavoz del partido de Berlusconi en el Senado, en una comparecencia retransmitida en directo por televisión desde la Cámara alta.

"Hemos pedido varias veces reuniones con el gobierno, pero nuestra impresión ha sido la de un desinterés total hacia nuestras peticiones. Sentimos que nos han echado de la mayoría", agregó.

Por su parte, Brunetta, jefe de Forza Italia en la Cámara baja, dijo que el gobierno ya no puede llamarse de "amplio acuerdo", porque ahora está inclinado a la centroizquierda, a pesar de que en él continúan antiguos compañeros suyos, los considerados como más moderados, del extinto partido Pueblo de la Libertad (PDL).

"Nosotros, por declaración misma de Enrico Letta, creíamos formar parte de una mayoría de amplios acuerdos que, por definición, tendría que hacer del consenso sobre las decisiones su propio mecanismo fundacional. Así no ha sido", apuntó Romani, citado por la agencia de noticias EFE.

Los dirigentes justificaron esta decisión con las modificaciones introducidas en la tramitación parlamentaria de los presupuestos generales del Estado, que consideraron "inaceptables", sin que, a su juicio, se hubieran tenido en cuenta sus propuestas.

Sin los 66 senadores del grupo de Berlusconi, el gobierno de Letta queda con mayoría absoluta en el Senado por solo 7 senadores por encima de la mitad más uno de los escaños, que son 161, mientras que en la Cámara de los Diputados su ventaja es de 65 parlamentarios.

Con las nuevas modificaciones que han salido de las comisiones del Senado, los presupuestos generales de Italia para 2014 contemplan ahora una menor tasación sobre la propiedad inmobiliaria, así como mayores contribuciones de parte de quienes cobran una pensión más elevada, que irán destinadas a la introducción experimental de una renta mínima garantizada.