La Cámara alta belga vota hoy el proyecto de ley que despenaliza la eutanasia para menores de edad, siempre que se cumplan ciertas condiciones como, por ejemplo, que el niño cuente con el consentimiento de sus padres y con el aval de un psicólogo. Si prospera esta reforma, que ya superó con amplia mayorí­a los votos en comisión parlamentaria y en el Senado, los menores de edad podrán acogerse a un derecho que ya asiste a los adultos belgas desde 2002.

La extensión a menores de edad, no obstante, estará sujeta a una serie de condiciones. El niño podrá solicitar la eutanasia si sufre "dolores fí­sicos insoportables e inaplacables", está en fase terminal de su enfermedad y cuenta con el permiso de sus padres y de un equipo médico. El proyecto de ley cuenta hasta la fecha con el apoyo de los socialistas y liberales valones y flamencos, de los verdes y del partido secesionista flamenco N-VA. En contra se mantienen los democristianos valones y flamencos y el partido de extrema derecha Vlaams Belang.

La iniciativa cuenta por tanto con un amplio apoyo en el Parlamento belga, pero también recibió las crí­ticas del primer Congreso Internacional de Cuidados Paliativos Pediátricos celebrado esta semana en India y que incluyó en su declaración final un "llamamiento urgente al Gobierno belga para que reconsidere su decisión".

Los expertos reunidos en el congreso internacional defendieron que todos los menores en estado terminal deben tener acceso a los medios adecuados para controlar el dolor y los sí­ntomas, así­ como a cuidados paliativos de alta calidad. "Creemos que la eutanasia no forma parte de la terapia paliativa pediátrica y no constituye una alternativa", dice la declaración recogida por los medios belgas.

También un grupo de casi 40 pediatras belgas publicaron una carta abierta para advertir de que consideran "precipitado" la tramitación de esta ley y señalan que no existe una demanda social ni médica para dar este paso. Una carta similar a la que se habrían sumado hasta 160 pediatras, de acuerdo a lo informado por los medios locales, se remitió a los grupos polí­ticos en la víspera del voto para pedirles que lo aplacen hasta la próxima legislatura.