El Papa Francisco ha expresado su preocupación por el estado actual del mundo y ha advertido sobre la inacción insuficiente frente al calentamiento global. En un nuevo texto titulado "Laudate Deum" (Alaben a Dios), el Papa retoma el tema del cambio climático, ocho años después de su encíclica ecológica "Laudato si". Estas declaraciones llegan justo antes de la próxima ronda de conversaciones climáticas de las Naciones Unidas en Kuwait.

El Papa ha señalado que el mundo se está desmoronando y se acerca a un punto de quiebre. Ha criticado el estilo de vida irresponsable del Occidente y ha pedido medidas de transición energética que sean vinculantes y monitoreables. Además, ha rechazado la idea de culpar a los pobres por el calentamiento global.

El Papa Francisco ha destacado que la realidad exige abordar el cambio climático debido a la aceleración de los eventos, como el aumento de la temperatura causado por los seres humanos. Ha afirmado que ya no se puede dudar del origen humano del cambio climático y ha enfatizado que el impacto perjudicará cada vez más la vida de las personas y sus familias. Aunque algunas consecuencias sean irreversibles durante cientos de años, el Papa ha dejado claro que todavía hay margen para evitar una catástrofe climática.

El Papa ha subrayado que las soluciones efectivas no provendrán únicamente de esfuerzos individuales, sino de decisiones políticas a nivel nacional e internacional. El Vaticano no ha dado explicaciones sobre la elección del momento para publicar este documento, que coincidió con la misa de apertura del Sínodo de los Obispos en Roma.

En resumen, el Papa Francisco ha emitido una seria advertencia sobre el estado del mundo y la insuficiente respuesta al cambio climático. Ha instado a tomar medidas concretas y ha enfatizado la importancia de la acción política a nivel global.